La palabra zapote es de origen náhuatl: “tzapotl”, nombre que se les daba a los frutos de forma esférica y semillas grandes. La palabra chicle también es de origen náhuatl “chictli / tzictli”. En maya es “sicte”, árbol sagrado del chicozapote.
Por su sabor dulce y aromático, numerosos pueblos amerindios utilizaban la goma para mascar. En otras partes de Iberoamérica y en España, es sinónimo de goma de mascar; si bien la mayoría de las actuales emplean una base de plástico neutro, el acetato polivinílico. Hasta hace relativamente poco tiempo el chicle utilizaba aún esta savia como material. Un sustituto del chicle también se puede obtener de la piel de vacuno.
Consumir en exceso la fruta puede causar estreñimiento.
La semilla puede resultar tóxica si se consume en grandes cantidades.
Puede desencadenar alergias cutaneas en los niños.